Edipo se percata de que su esposa y a la vez madre se ha suicidado tras conocer la fatal noticia del incesto entre ambos.
Antoine-Denis Chaudet
Layo se apresuro a eliminar a Edipo
Layo observa el abultado vientre de su esposa Yocasta, y la angustia se apodera de su alma como si le anticipara toda su desgracia futura. Afligido, perturbado, se encamina al templo de Apolo, en Delfos. Por medio del oráculo quiere saber del dios cuál será el sino de la criatura que está por nacer. El oráculo le responde cruda y directamente: el ser que Yocasta lleva amorosamente en su seno matará a su propio padre y llevara a la ruina al palacio de Tebas. La verdad hiere la consciencia de Layo. Sus pensamientos lo torturan. El terror lo transforma en una pálida sombra del rey que gobernaba con tanta energía. De regreso en su hogar, repite las palabras de Apolo a su desolada esposa. después ambos aguardan impotentes, el nacimiento del hijo de trágico destino. El día del parto, Yocasta entrega su hijo a un servidor, ordenándole que lo lleve bien lejos. Layo le ata los piececitos con una correa apretada, y precisa a su vez al criado que lo ligue a un árbol, librándolo así a los peligros del bosque. El esclavo parte, y Yocasta se deja caer pesadamente sobre el lecho. Al pie del monte Citerón, el siervo encuentra a algunos pastores de Corinto y apiadado, les entrega al príncipe. Después emprende el regreso a Tebas, donde el rey y la reina creen haber engañado al oráculo. Desde la cúspide del mundo, el Destino ve brotar la sangre de la carne inocente ligada por la correa, pero su decisión es inconmovible: ése será Edipo, el del mal hado, que ha de encaminarse siempre hacia la fatalidad del sufrimiento y cargar sobre sí toda la infinita miseria de los hombres que pueblan el planeta.
Mendigo, ciego, sin esperanzas, Edipo fue conducido
al Atica por las manos de su piadosa hija Antígona, que jamás lo abandonó.
Contexto:Fueron a preguntarle a Tiresias, el adivino, quien dijo que el que había matado a Layo había sido Edipo, que era su hijo. Cuando Yocasta se enteró se ahorcó con una sábana, y cuando Edipo la vio, supo por qué lo había hecho, entonces se arrancó los ojos con su cuchillo. Sus hijos Eteocles y Polinice le echaron del palacio y él salió con su hija Antígona que le acompañó y cuidó hasta que murió en Colona cerca de Atenas.
En Colona, Edipo recibió finalmente la bendición de los dioses.
Allí desapareció bajo la tierra, ante la piadosa mirada del gran Teseo.
Gustave Moreau
... "Existe sobre la tierra un ser bípedo y cuadrúpedo, que tiene sólo una voz, y es también trípode... Es el único que cambia su aspecto de cuantos seres se mueven por tierra, aire o mar. Pero, cuando anda apoyado en más pies, entonces la movilidad de sus miembros es mucho más débil"...
2 comentarios:
¿Me robas mis futuras publicaciones? ¬¬¡
Lo encontré antes! :D
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