Arriba vemos la imagen de un tapiz flamenco, "El triunfo de la muerte" (1510.1520)
Las Parcas, en la mitología romana o las Moiras en la griega son seres mitológicos que representan el destino.
Son tres:
-Cloto: “La que hila”. Es la más joven. Preside el momento del nacimiento y lleva el ovillo de lana con el que va hilando el destino de los hombres.
-Láquesis: “La que asigna el destino”. Es la segunda en edad. Enrolla el hilo en un carrete y dirige el curso de la vida.
-Átropos: “La inexorable”. Es la más anciana. Coge del carrete el hilo de la vida y lo corta con sus tijeras de oro, sin respetar la edad, la riqueza, el poder, ni ninguna prerrogativa, y así ésta llega inevitablemente a su fin.
Como diosas del destino velan porque el destino de cada cual se cumpla, incluyendo el de los propios dioses.
La representación más comúnmente usada era las tres viejas hilanderas o unas melancólicas doncellas.
Encontramos referentes, sin ir más lejos, en la famosa obra de Shakespeare: “Macbeth”. Se inspiró en el mito para crear las tres brujas que aparecen en la obra, cuya intervención es determinante en el destino del protagonista. Revelan a Macbeth los hechos por venir, las brujas juegan al engaño y ciertamente conocen el destino, según parece de la misma forma que lo hacen las Pa
rcas. Las brujas conocen el destino de Macbeth y al parecer con los engaños que realizan al mostrar las imágenes al mismo Macbeth, lo engañan y lo hacen presa de su propio destino al cual no puede escapar; a través de sus sortilegios y los espíritus invocados que muestran las imágenes hacen que el destino se cumpla, no es necesario perseguirlo para asegurarse que se cumpla, la falsa seguridad y confianza que se crea Macbeth, acompañado también de la ambición, es lo necesario para que todo se cumpla; solamente es cuestión de tiempo, cuestión de esperar a que Átropos se aproxime al huso y corte el hilo de la vida para que el destino de un mortal se cumpla.
En la pintura encontramos varios referentes. “Átropos o Las Parcas” es una de las Pinturas Negras que formaron parte de la decoración de los muros de la casa —llamada la Quinta del
Sordo— que Francisco de Goya adquirió en 1819. El cuadro, junto con el resto de las «Pinturas negras» fue trasladado de revoco a lienzo en 1873 por Salvador Martínez Cubells. Se trata de una revisión del tema mitológico de las diosas del destino las Parcas, encabezadas por Átropos. A las tres figuras femeninas suspendidas en el aire se añade una cuarta de frente y con las manos a la espalda —quizá maniatado— que podría ser un hombre. Si es cierta esta interpretación, las Parcas estarían decidiendo el destino del hombre cuyas manos atadas no pueden oponerse a su hado.
También tenemos el cuadro de Velázquez, Las Hilanderas. Durante mucho tiempo se consideró a estas Hilanderas como un cuadro de género en el que se mostraba una jornada de trabajo en el taller de la fábrica de tapices. En primer plano se ve una sala con cinco mujeres (hilanderas) que preparan las lanas. Al fondo, detrás de ellas, y en una estancia que aparece más elevada, aparecen otras tres mujeres ricamente vestidas, que parecen contemplar un tapiz que representa una escena mitológica.
Por otro lado tenemos la pintura “El inexorable curso de las Moiras” de Roberto Martínez, es una obra pintada al carboncillo por el mexicano. Representa a las tres Moiras.
ontramos un hostel en Patagonia, Argentina.Como referencia cinematográfica tenemos “Regreso a Moira”, de Mateo Gil. En el papel de Moira tenemos a Natalia Millán. Al quedar viudo, Tomás se ve obligado a regresar a España y
encontrarse con Moira, la misteriosa mujer de la que se enamoró siendo un niño y que marcó su vida para siempre.El grupo V8 tiene un tema titulado “Las parcas sangrientas”. Esta es la letra:
Heavy metal Sacrificio y muerte hay
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