Entre las ruinas de la guerra
Esa guerra que me separo de mi familia
Se desarrolla un viaje en el que uno
Se descubre convertido en otro ser...irreconocible
El viajero va cambiando
Por los lugares por los que pasa
Navegando al camino de su perdición,
Una ciudad abandonada a su suerte
Donde seres atormentados
Se empeñan en sobrevivir a sus antiguos vecinos.
Pensar sobre la utilidad de los esfuerzos
No es por mejorar el mundo,
Sino por la desesperación de la soledad
Que ocasiona el estar solo,
Provocando a su llegada la pura realidad
De que su querida amada le dijera:
No te conozco…Ulises.
Esa guerra que me separo de mi familia
Se desarrolla un viaje en el que uno
Se descubre convertido en otro ser...irreconocible
El viajero va cambiando
Por los lugares por los que pasa
Navegando al camino de su perdición,
Una ciudad abandonada a su suerte
Donde seres atormentados
Se empeñan en sobrevivir a sus antiguos vecinos.
Pensar sobre la utilidad de los esfuerzos
No es por mejorar el mundo,
Sino por la desesperación de la soledad
Que ocasiona el estar solo,
Provocando a su llegada la pura realidad
De que su querida amada le dijera:
No te conozco…Ulises.
2 comentarios:
No sabía que mis alumnos escribieran tan bien y tubieran esa sensibilidad que se necesita para ello. Me ha encatado tu poema y agradezco que hayas utilizado este medio para compartirlo con todos. Es cierto que Ulises debe sobrevivir a la soledad del camino, pero también es cierto que aprende de todo aquello que su viaje le ofrece aun inmerso en sí mismo. Es posible que Penélope no le reconozca a su llegada, pero ¿dónde o en quién está el problema si lo hay? No podemos parar el tiempo ni mucho menos rechazar las experiencias de que disponemos, con ellas aprendemos y con ellas evolucionamos como personas,hemos de valorar todo lo vivido y ¡jamás! caer en el arrepentimiento ni mucho menos remordimiento. Somos lo que somos gracias a nosotros mismos y a nuestra odisea .Gracias por este estupendo poema.
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